“Con la reducción de actividades en Jebel Si, más de 100.000
personas se han quedado sin ningún tipo de atención sanitaria”, declara
Alberto Cristina, responsable de proyectos de MSF en Sudán.
El
trabajo de los equipos de MSF en esta región de Darfur del Norte se ha
visto amenazado por obstáculos cada vez mayores durante el último año.
En septiembre de 2011, la organización fue autorizada a enviar a la zona
un cargamento incompleto de medicamentos pero, desde entonces, ya no ha
podido hacer llegar ningún avión de carga con más fármacos o material
médico. Las dificultades para obtener permisos de trabajo y de viaje en Sudán
también han ido en aumento para el personal de la organización, que ha
visto notablemente reducidas sus opciones de transporte para asistir a
las poblaciones.
Sin suministros médicos ni personal suficiente,
MSF ya no puede ofrecer consultas ambulatorias ni servicios de
hospitalización, y el programa de vacunación ha tenido que cerrarse. Las
limitaciones son tales que ya no pueden practicarse cesáreas a mujeres
con partos complicados. Asimismo, los stocks de mosquiteras, kits de
parto para mujeres embarazadas y alimentos terapéuticos se han agotado,
sin posibilidad de ser repuestos.
El personal de MSF ya no puede
estabilizar a los pacientes más graves y su única opción es referirlos
al hospital de El Fashir, situado a ocho horas en coche. Esto es
especialmente peligroso para mujeres con complicaciones obstétricas
urgentes, quienes tienen pocas esperanzas de sobrevivir al viaje.
En
consecuencia, actualmente MSF solo está en condiciones de ofrecer una
atención nutricional muy limitada, controles prenatales y educación para
la salud a la población de Jebel Si.
“Si no se nos permite hacer
llegar medicamentos y suministros a las estructuras de salud de la zona,
en situaciones así, aumentan las probabilidades de brotes de
enfermedades y de que las tasas de mortalidad materna y perinatal
aumenten gradualmente hasta alcanzar niveles de emergencia”, añade el
responsable de proyectos.
Se trata de una región en la que los
niveles de mortalidad materna son ya de por sí críticos y donde la
prevalencia de enfermedades prevenibles y tratables, como la meningitis y el sarampión es muy elevada, al igual que la desnutrición.
En los dos últimos años, MSF ha tratado a 1.805 niños desnutridos
menores de 5 años en el hospital de la organización en Kaguro.
MSF
empezó a prestar asistencia médica en Jebel Si en 2005 a través de un
puesto de salud, y en 2008 gestionaba un hospital rural en Kaguro y
cinco puestos de salud más. Estas son las únicas estructuras de salud en
la zona: dan servicio a una población de unas 100.000 personas entre la
población local, así como a una población flotante aproximada de 10.000
nómadas, todos ellos totalmente dependientes de la atención sanitaria
regular y de urgencia que dispensa la organización médico-humanitaria
internacional.
Es la única atención sanitaria en la zona: no hay
servicios de salud locales ni de otras organizaciones internacionales.
Las estructuras más cercanas del Ministerio de Salud se encuentran a
varias horas en coche, y la inseguridad en la zona, el terreno montañoso
y el mal estado de las carreteras dificultan el acceso de la población a
las mismas.
“MSF espera que la situación pueda resolverse”,
admite Alberto Cristina. “Estamos preparados para reanudar las
actividades en cuanto se levanten las restricciones. Cuando se puedan
enviar de nuevo suministros médicos, equipamiento logístico y personal
internacional a la zona, los equipos sanitarios de MSF estarán allí para
prestar atención médica vital a la población”.
MSF pide al
Gobierno de Sudán el apoyo necesario para permitir la reanudación de sus
actividades y que pueda dispensar una ayuda médica que es vital para
los habitantes de la región.
MSF acaba de publicar ¡Ayuda! La población olvidada de Jebel Si en Darfur del Norte se queda sin asistencia,
un informe en el que explica la situación en la región y las
dificultades para llevar a cabo su trabajo. Este documento ya ha sido
compartido con el Gobierno sudanés para pedirle de manera urgente que
levante las restricciones.
MSF empezó a trabajar
en Darfur en 1985 y ha prestado asistencia ininterrumpidamente en la
región desde 2004. Actualmente la organización trabaja en varias zonas
de Darfur del Norte, Shangil Tobaya, Tawila y Dar Zaghawa, y en la
localidad de Shaeria en Darfur del Sur, donde ofrece servicios de
atención primaria y secundaria de salud, y responde a emergencias.
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